viernes, 12 de diciembre de 2014

Mamá de cuento

Por Lizette Zavala*


¿Han tenido esa sensación extraordinaria en que el mundo se detiene y no hay nada más a tu alrededor, sólo el momento único que estás viviendo? Ese fragmento de tiempo que parece recortado sólo para ti. ¿Lo han sentido?

Pues es exactamente eso lo que siento cuando, cada noche, mi pequeña y yo leemos un cuento. Yo leo una página, y ella lee la siguiente, aún lenta y torpemente, pero para mí es como si escuchara al mejor poeta del mundo leer sólo para mí. Y así, de repente, saltan a nuestro alrededor ranas con saco y sombrero que se escriben cartas; aves que buscan sus colores o ardillas miedosas que debemos ayudar a ser valientes.

Leer juntas nos permite compartir aventuras, hacer reflexiones, reírnos, sorprendernos… es nuestro espacio. Leyendo me ha compartido sus miedos poniendo su manita en mi boca para hacer una pausa y hacerme esa confidencia que tanto trabajo le había costado. 

Cuando eres una mamá que trabaja, el tiempo se vuelve un factor fundamental, y administrarlo es un reto a conseguir cada día. Así, para mí esos 15 minutos son parte de mi agenda, de la más importante, porque estoy construyendo recuerdos, generando emociones y compartiendo secretos… y no hay nada mejor.

*Mi nombre es Lizette Zavala, soy comunicóloga, mamá de una pequeña gremlin de 7 años, esposa de un geógrafo que me dibuja los mejores mapas de vida, me encanta correr y soy una apasionada de las letras. 
También me puedes encontrar en Twitter como @lizzava o en el blog
 www.cronicasdeentradalibre.com

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